Del diario de vida #1

Fecha real del escrito: 07 de abril, 2014

Construimos los problemas antes de que lleguen a existir. Los vamos escribiendo desde adentro. Se afirman sobre nuestros intestinos y llegan haciendo nudos hasta nuestras gargantas. Justo ahí es cuando nos dan ganas de llorar por cosas que nunca han ocurrido, por sufrimientos que nunca hemos tenido y por palabras que nunca nos han dicho. Vamos construyendo un fuerte que nos servirá para afrontar el momento que prevemos como una guerra. Pero es un momento que no existe. No existe pero aun así nos petrifica. 

Y de pronto, sin darnos cuenta, sin saber bien por qué, tenemos cien enemigos que no existen. Al menos no existen aún, porque puede llegar el momento en el que seamos tan estúpidos, tan autocentrados, tan irreflexivos, que convertimos todo en realidad. Escupimos el discurso prefabricado y sacamos a relucir rencores imaginarios. Nos es más fácil planear una guerra que una reconciliación. Creemos que un duelo a muerte es mejor que dar una explicación.