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Pucha, me he hecho como 9845843 blogs, pero ninguno me convence. Hace un tiempo, yo tenía un blog que se llamaba inimaginación y era bacán. Era la etapa teenager de la vida en que uno habla hueás sin límites y piensa que a todo el mundo le interesa lo que una tiene que decir. Ahora estoy en el límite entre la teenageridad y la juventud y pienso que a nadie a nadie debería importarle las cosas que yo digo, pero la cosa es que quiero volver a escribir, porque me acuerdo que era súper terapéutico. 

Yo podía escribir 10 entradas diarias sin sentir que contaminaba el mundo pero ya no. Aunque me gustaría volver a sentir eso, porque era bacán; total la gente igual leía mi blog, pero digamos que a los 19 (casi 20) ya no se puede andar por la vida pidiéndole a la gente que lea las cabezas de pescado que una escribe. Aún así, seguiré.

¿QUÉ QUEREMOS? (quiero)

¡CABEZAS DE PESCADO!

¿Dónde? 

EVERIGÜER.